“Hay una sola clase de dirigentes; los que hacen siempre lo que el pueblo quiere”.
Lorenzo Mariano Miguel es uno de los personajes históricos más influyentes de la historia de la Unión Obrera Metalúrgica. Su vida de lucha por la dignidad y los derechos de los metalúrgicos y su posición de resistencia ante los años de proscripción peronista lo elevan a un lugar al cual pocos dirigentes han podido llegar. Porque la valía, convicción y pasión de Lorenzo Miguel solo la tienen quienes se ponen la patria al hombro.
Nuestro dirigente nace un 27 de marzo de 1927. La muerte de su padre cuando él tan solo tenía 12 años generó que tenga que salir a trabajar para ayudar con el mantenimiento del hogar.
Con 18 años ingresó al rubro metalúrgico a través de la empresa CAMEA. Desde aquí y en adelante gracias a los sucesos ocurridos el 12 de octubre de 1945, Lorenzo encabeza su trabajo y convicción orientados a la defensa de los trabajadores de su rubro. En cada lucha popular fue uno con el peronismo, y formó fervientemente su figura de dirigente peronista sindical, llegando a ser el más influyente de nuestra historia.
Debido a la muerte de nuestro querido Lobo Vandor en 1969, Lorenzo es elegido para ser Secretario Nacional de la UOMRA, cargo que condujo gloriosamente hasta su muerte, el 29 de diciembre de 2002. Año tras año fue reelecto, ya que su sencillez y tranquilidad combinadas con su seguridad y eficacia generaban la seguridad de los metalúrgicos.
En el día de su nacimiento, un hombre como él merece que recordemos su valiosa vida y lucha activa.
Hace 47 años el pueblo argentino sufrió una pérdida irreparable. La oscuridad de la clandestinidad impuesta por la Junta Militar de 1976 se extendió por toda Argentina, llevándose 30.000 militantes, obreros, estudiantes, profesionales y más. El operativo principal de la última dictadura militar fue eliminar por completo lo subversivo. De esa forma se encargó de secuestrar, torturar y matar a todo aquel que entrara en este concepto tan ambiguo y poco concreto.
Hoy sabemos que más allá de las diferencias claras que podamos llegar a tener ya sea en la política, en la economía o incluso en la forma de militar nuestras convicciones, nada nos motivaría a llevar adelante un plan sistemático de exterminio como lo fue la dictadura cívico militar de 1976. Tenemos en claro que cuando hablamos de NUNCA MÁS lo decimos en serio.
La Seccional Capital de la Unión Obrera Metalúrgica no olvida ni perdona, y se compromete fielmente a defender la patria hoy y siempre.
Compañeros y compañeras, hoy más que nunca recordemos a los treinta mil desaparecidos y desaparecidas, y digamos juntos NUNCA MÁS.
Hoy celebramos el día del metalúrgico y metalúrgica en honor al nacimiento del primer metalúrgico argentino, Fray Luis Beltrán, quien fue protagonista del Ejército de los Andes de San Martín en nuestra tan ansiada independencia.
Beltrán supo desde el primer momento que nuestro país debía aprovechar los recursos minerales de su tan próspera tierra, e incentivó el crecimiento industrial a través de la fabricación de artillería.
Hoy más que nunca defendamos nuestro oficio en su memoria. Trabajemos conjuntamente para que el rubro metalúrgico y la industria nacional argentina triunfen tanto como se lo merecen.
Salud, compañeros y compañeras. Hoy la familia metalúrgica está de fiesta.
Hoy celebramos un día histórico para la nación argentina. Hace 207 años nuestros representantes unidos y organizados se pusieron de acuerdo para eliminar por completo al enemigo español de forma constitucional, llenando Tucumán del sentimiento patriótico que de a poco se iba consolidando en nuestro país. Es un honor como argentinos y argentinas tener la representación histórica que hoy tenemos. Con orgullo hoy más que nunca ¡Viva la Patria!
Hoy recordamos la muerte de uno de los políticos más influyentes de la nación argentina. Nuestro compañero Juan Domingo Perón supo con estrategia y amor por su patria llevar adelante un modelo político, económico y social que favoreció al pueblo, tan maltratado y dejado de lado. Honremos su imagen llevando siempre en alto la bandera de la Justicia Social. Hoy más que nunca ¡Viva Perón!
Han pasado 54 años del asesinato de uno de los mayores líderes políticos que ha tenido la Unión Obrera Metalúrgica y la CGT.
Augusto Timoteo Vandor era dueño de una inteligencia política y una sagacidad que lo posicionó como un gran negociador para el beneficio de los metalúrgicos. Supo tratar con empresarios, militares y hasta con el mismísimo Perón, el cual al exiliarse confía en Vandor para la resistencia y la protección de las fábricas, semilla del modelo de industrialización de nuestro país. Vandor brindó esplendor a nuestras fábricas y siempre priorizó el bienestar del afiliado. Su esencia sigue con nosotros cuando incentivamos la organización, la formación de los delegados y la lucha en las calles por nuestros derechos. El Lobo se fue y así como dejó una herida irreparable en nuestro gremio, también nos brindó un modelo y accionar político que prioriza siempre nuestros derechos. Hoy más que nunca Vandor está presente en cada uno de nosotros, los hijos de los obreros que él defendió. Invitamos a las 11:30 en el Cementerio de Chacarita al homenaje de su memoria. Justicia por Vandor y por todos nuestros mártires. Presentes hoy y siempre. Ni olvido ni perdón.
Algunos dicen que sus colores se deben al cielo, otros que fueron por el manto de la virgen de Luján. Lo que todos sabemos es que la bandera argentina representa unidad y amor por la patria. Su creación se debe a Manuel Belgrano, un abogado, político y militar que formó parte del Cabildo Abierto de 1810, también fundó escuelas y a su vez supo cuándo ponerse el uniforme para salir a defender nuestro territorio del yugo español. Manuel Belgrano fue quien incentivó la creación de un distintivo para diferenciar a los soldados argentinos de los españoles, y así primeramente nació la escarapela y luego la bandera, la cual se izó por primera vez a orillas del río Paraná en 1812. Los cincuenta años que pasó en nuestra tierra los vivió intensamente. Él por sobre todas las cosas era un letrado que quería el bien para su pueblo, incentivando la ayuda de los menos favorecidos. Defendió la patria con el lápiz y el papel, pero también con la espada a pesar de no haber formado una carrera militar. Su vida se basó en servir al otro. A pesar de su importante labor a lo largo de los años, Manuel Belgrano fallece solo y pobre un 20 de junio de 1820. En su momento no tuvo el conocimiento que se merecía, pero hoy Argentina conmemora su paso a la inmortalidad con el respeto y el reconocimiento que mereció toda su vida. Manuel Belgrano nos dejó el mejor legado, la bandera argentina. Hoy todos juntos recordemos su vida heróica y servicial y tomemosla de ejemplo en nuestra militancia del día a día.
Tras diez días de agonía, un 17 de junio de 1821 falleció Güemes, exitoso militar y gobernador de Salta. Sus primeros combates fueron con las invasiones inglesas de 1806 y 1807, y de allí en adelante fue ascendiendo militarmente hasta ser un punto clave en la guerra de Independencia, fortaleciendo la defensa en el Norte.
Tiempo después asumió en la gobernación de la provincia de Salta. Al mismo tiempo que defendió su soberanía también libró más batallas en contra de los realistas que seguían atacando posteriormente a la declaración de la independencia argentina.
Las tropas realistas al mando de José María Valdez entraron en Salta el 7 de junio de 1821. Fue una bala en el combate la que le dio fin a la vida del valeroso militar, uno de los mayores destacados por San Martín por su lucha, valentía, perseverancia, y por sobre todas las cosas por su amor a la Patria.
El ejemplo de Güemes nos inspira para defender nuestra soberanía nacional.
Hoy más que nunca recordamos a Güemes como aquel que dió su vida por una patria más justa y libre.
Hoy recordamos la ejecución de los Mártires de Chicago, quienes en 1886 fueron condenados injustamente por exigir mejoras laborales, como la reducción de la carga horaria a ocho horas diarias. Trabajaban dieciseis horas todos los días, con bajas remuneraciones y en condiciones higiénicas desfavorables. Su pedido no fue oído y su ejecución repercutió al mundo entero.
Lo que consideramos normal y justo tiene un trasfondo de lucha y derramamiento de sangre trabajadora. Como clase obrera debemos velar por lo que nos pertenece como trabajadores de la nación argentina para que nunca más nadie se lleve por delante lo que nos corresponde.
Por los/as que ya no están, por nosotros/as y por los/as que vendrán.